La sirenita es un cuento originalmente trágico que ha sido adaptado al cine en múltiples ocasiones. Seguramente, la más popular es la que llevó al cine el estudio Disney en 1989. En esta ocasión, el estudio nipón Wit, nos trae Bubble (Burbuja), una nueva revisión de este relato fantástico, aunque adaptado en un futuro cercano en una Tokio casi abandonada.
Para que nos pongamos en situación, el estudio Wit fue creado allá por 2012 en Mushashino, Tokio. Son principalmente conocidos por haber adaptado a la pantalla televisiva como serie de animación (anime), el manga Shingeki no Kyojin (Ataque a los titanes). Más allá de esto, también ha llevado al cine un film de la franquicia Pokémon.
La historia nos transporta a una ciudad de Tokio, que tras una misteriosa lluvia de burbujas está prácticamente deshabitada. En este entorno casi postapocalíptico, tenemos a un grupo de jóvenes que practica parkour; entre este grupo se encuentra Hibiki. un chico un tranquilo que después de caer en un campo gravitacional conoce a una misteriosa joven a la que apoda como “Uta”.
Ambos son de mundos muy distintos. Esta, es una premisa que ya se nos ha contado, pues este film nos trae de nuevo el famoso cuento de Hans Christian Andersen, La sirenita. Aunque hay diferencias, pero el trasfondo es el mismo.
La historia se desarrolla de forma típica dentro del contexto en el que estamos y con bastante normalidad. No esperéis grandes giros ni nada parecido. Gen Urobuchi, su guionista. podría haber añadido algo más a este simple guión. Este es el peor factor de esta cinta; lo suyo, hubiese sido que le hubieran añadido algunos elementos más a una historia que ya conocemos bastante. Si bien es cierto que entretiene, pero los sucesos que tienen lugar en esta producción de animación son bastante predecibles.
El ritmo de la cinta es muy bueno, pues nunca decae la acción. La historia comienza (como si de un anime se tratase) con el tema musical Bubble Feat, interpretado por Eve. He mencionado esto, porque no es lo único que tiene en común este film con las series televisivas de animación japonesas, sino el estilo de animación es muy similar al que se suele usar en los denominados shonen (juveniles).
Ya que estamos, cabe decir que generalmente la animación es muy buena; es cierto que hay muchos estudios que lo hacen muy bien en cuanto a animación japonesa se refiere, pero también hay ocasiones en las que es mejor mirar para el otro lado…
Cabe decir que el doblaje en castellano está bastante bien; se podría decir que cumple con su cometido. Las voces están bien sincronizadas y cada una de ellas está bastante bien escogida con su personaje. Especialmente, la de Hibiki, pues su voz en castellano también es sosegada como en japonés, algo que le viene que ni pintado dada la naturaleza del personaje.
En esta ocasión, pienso que estamos ante una de esas producciones que merecen la pena solo por este apartado. Los personajes se mueven con fluidez y también podremos ver unos rostros muy bien dibujados. Sin ser lo mejor en cuanto a animación digital, esta cinta se queda a muy buen nivel en esta faceta.
La banda sonora, compuesta por Hiroyuki Sawano, nos deja como único recuerdo una melodía muy especial que solo conocen los dos protagonistas. Más allá de esto, no hay ningún tema memorable.
El estudio Wit de animación japonesa nos trae este largometraje que nos cuenta la famosa fábula de La Sirenita, aunque eso si, con otra ambientación. No deja de ser la misma historia con otro envoltorio. A pesar de esto, la producción que ha distribuido Warner y Netflix funciona como cinta de entretenimiento. El factor principal que hace que logre la cinta logre su objetivo es un ritmo ágil y una animación bastante lograda. Debido a la simpleza del guión, que arriesga poco. Es por todo esto la razón por la cual no llegamos a ver un gran film de anime, pero al menos si nos dará un rato alegre.