Elvis

Luhrmann da con la tecla y nos trae uno de los mejores biopics

En pleno siglo XXI, poco se puede decir que no se sepa ya de la vida de Elvis Aaron Presley. Su segundo nombre, tal vez sea algo que unos pocos desconozcan, pero a lo mejor ni eso. En estos años, se han hecho muchos biopics sobre la vida y carrera de varios cantantes. Lo hicieron hace tres años con "Bohemian Rhapsody" y al año siguiente (2019) con "Rocketman". En esta ocasión, Baz Luhrmann es el elegido para traernos la vida del rey del rock, una tarea que otros han intentado en tiempos pasados, pero que nadie ha logrado plasmar tan bien como él.

Claro está, como en todas las películas biográficas, que el papel principal, en este caso, el que está a cargo de ponerse en la piel de Elvis es importante, pero esto no sería nunca posible sin un guión detrás. En este caso, el script de esta cinta lo realiza el propio Luhrmann, junto a su colega Craig Pearce, quien también le ayudó con esta tarea en otros films como "Romeo + Julieta de William Shakespeare" y "Moulin Rouge".

La película que tenemos ante nosotros, tiene un guión bastante trabajado; muy bien documentado en líneas generales, nos cuenta la vida del icónico cantante de Memphis desde sus inicios. Se nota aquí un trabajo bien hecho, pues para los que no lo supiesen, se nota que Elvis creció como cantante en un barrio al que asistían músicos de color. De hecho, podemos ver en la película hasta una escena en la que aparecen actores poniéndose en la piel de B.B. King (Kelvin Harrison Jr.), cantante con el que comenzó Elvis, o también vemos por ahí, cantando la mítica "Tutti Frutti" al legendario Little Richard (Alton Mason).

El ritmo que el director australiano le imprime a este guión es muy ágil, en momentos tal vez demasiado, pues algunos acontecimientos importantes como el asesinato de JFK, apenas se mencionan durante la película, aunque es cierto, que el de otros personajes ilustres como Martin Luther King o el de Bobby Kennedy, que, si fueron para él más influyentes, sí que se mencionan más.

De todas formas, aunque es cierto que en ocasiones Luhrmann le mete demasiado ritmo a la cosa, pienso que en esta cinta ha sabido contenerse. También creo que ha sido un acierto el que haya contado toda su vida, y no como en otras producciones de este tipo.

Donde ha fallado en esta ocasión este director, ha sido en enfocar la vida de este icono de la música como artista, y no tanto como cantante. Podemos ver la faceta como persona de Elvis, que es un aspecto muy importante en su vida, pero a la película le falta profundizar más en lo que fue su carrera como músico. Pienso que es un aspecto muy importante, tratándose de una película sobre la vida del rey del rock "n" roll, y aquí, es donde falla la cinta. Sobre los hechos, he de decir que no he hallado una fuente en la que se hayan basado, pero habiendo visto el documental "Elvis Presley: buscador incansable", puedo decir que los hechos contados en el film son bastante fidedignos a lo que fue su vida, una faceta en la que no todos los biopics cumplen.

Es muy difícil dar con actores que estén a la altura de las circunstancias en producciones de este tipo, pero la verdad es que la elección de Austin Butler como Elvis, no ha podido ser más acertada. Más allá de los parecidos físicos, el joven australiano ha hecho una interpretación muy notable en un personaje que era muy complicado. Butler, se ha llevado más de dos años hablando con Priscilla, la ex mujer y viuda del famoso cantante, lo que le da un valor añadido a esta interpretación digna de mención. Hay momentos en los que, gracias al maquillaje, parecerá que estamos viendo al propio Elvis en persona.

Butler, sabe adaptarse en todo momento a lo que le pide el guión, pues, aún con sus peculiaridades, estamos antes que nada ante un drama. El joven, ha ayudado a que veamos con facilidad los diferentes cambios en la vida de Elvis; como surgió, sus comienzos, la relación con su madre, el establecimiento como estrella, y luego cuando llega a los peores momentos, es cuando Austin saca lo mejor de sí como actor, aunque también hay que reivindicar el desparpajo que muestra en los inicios de esta gran estrella, pues era una tarea como digo ardua, y él ha sabido desenvolverse a las mil maravillas.

Y si Austin Butler está muy bien, no se puede decir menos de Tom Hanks. Interpretando al manager de Elvis, el "coronel" Parker, el actor californiano ha hecho una de las mejores actuaciones en los últimos años, pues, hace tiempo que no le veía actuar así. Concretamente, desde "El puente de los espías" (2015) y ya ha llovido desde entonces. Hay que destacar, la increíble transformación de Hanks para poder interpretar a este personaje, pues el actor ha tenido que engordar considerablemente para poder a una persona que pesaba unos 200 kilos, según tengo entendido. Hanks ha hecho una interpretación muy buena; hay que decir, que el maquillaje también ha logrado cambiarle el aspecto en bastante medida.

La película, la cuenta en primera persona este personaje, pero por lo que he visto y he mencionado antes, los hechos son bastante fidedignos e imparciales. Es cierto, que este despiadado personaje, un repatriado holandés, el cual no podía salir de EE.UU., circunstancia con la que "encadenó" a Elvis sin este saberlo, fue una persona que miró antes que nada por su beneficio económico, pero como vemos en pantalla, "el rey", fue siempre un niño por así decirlo, nunca supo tomar las riendas de su vida, y eso fue lo que le acabó matando.

Pienso que hay otros actores del reparto que merecen una mención; destaco por encima de todos en esta faceta a Helen Thomson, la cual interpreta a Gladys Presley, madre del artista. Ella lo hace muy bien los minutos que tiene en pantalla, podemos ver la relación tan estrecha que tenía con su hijo, y lo importante que fue para él. Tampoco está mal Olivia DeJonge en la piel de Priscilla, aunque no la veo insustituible por así decirlo.

Pienso, que, sin estas interpretaciones, sobre todo de los dos principales actores, la película se le hubiese caída bastante al director australiano, pues hay momentos en los que decae, pero son ellos los que vuelven a subir el nivel.

Sobre el montaje, hay que decir que Luhrmann ha conseguido un trabajo muy logrado en esta faceta del film. Es cierto que en algunos momentos la película puede ser una montaña rusa, pero es parte del encanto de este director. Es este el sello que tanto identifica al director australiano. Con este trabajo, consigue una unión de imágenes y sonidos que pocas películas de este subgénero han logrado, lo que ayuda a que la fotografía se alce en algunos momentos.

Además de lo que ya he mencionado, el film no te sobrecarga con fotografías de archivo, que las hay, sino que se esfuerza en usar imágenes creadas para la película con los propios actores, factor que hay que valorar, pues lo fácil es irse a la videoteca y enseñarnos los momentos que ya conocemos todos literalmente, y aquí, se los han trabajado para que todo parezca más real.

También hay que mencionar el gran trabajo que han hecho con el vestuario; especialmente con los trajes que lleva Butler, hace que parezca que estamos viendo al propio Elvis un poco más. No solo se queda en esto, (que no es poco), sino que se traslada a otros personajes de la película.

En cuanto a la banda sonora de esta película, hay que decir que a los más puristas puede no gustarles, pues hay muchas covers de canciones de Elvis que no son las originales. Yo no la mato por eso, aunque no voy a negar que me hubiese gustado haber escuchado las versiones nativas de canciones como "Can't Help Falling in Love" o la también mítica "Suspicius Mind"; quitando esto, tenemos una banda sonora bastante variada, con temas en los que hasta Eminem ha participado como "The King and I" o el grupo de rock italiano Måneskin con "If I Can Dream". Pienso, que este tipo de canciones le dan versatilidad a esta lista de canciones, pero entiendo a los más clasistas del cantante.

Normalmente, en una película musical, los actores suelen cantar; ya que no estamos ante una película del género propiamente dicho, pues, esto es una cinta biográfica y un drama, antes que nada, pero no un musical. Si esperáis que Austin Butler sea el que canta os podéis llevar un fiasco, pero las veces que él lo hace, con "Houng Dog" y "Trouble", el actor australiano imita los gestos de Elvis increíblemente bien, lo que tiene un mérito grandísimo.

Hay muchos biopics que pasan de puntillas, pero Baz Luhrmann ha conseguido con "Elvis" lo que pocos han logrado en otras ocasiones en cintas de esta índole. Es cierto que en ocasiones su vertiginoso ritmo puede ser demasiado ágil, pero ha sabido contenerse como pocas veces lo había hecho anteriormente. De mano de su colega, Craig Pearce, nos ha traído este repaso por la vida de "El Rey" que está bastante bien documentado, aunque se eche un poco en falta, que nos hubiese mostrado más lo que fue Elvis como cantante. No obstante, tiene un dueto en cuanto a interpretaciones que pocas películas biográficas logran; con un Austin Butler que lo da todo en la piel del icónico cantante de Memphis, y al mejor Tom Hanks en muchos años, haciendo del "coronel" Parker. Una película que luce un montaje realmente bueno, sello del propio director australiano, y una banda sonora, que, aunque no sea la que algunos esperan, introduce tema de cantantes actuales, lo que le da una variedad a valorar. Con todo esto, tenemos una película hecha para ver en cines, uno de los mejores repasos que se han hecho sobre la vida de una personalidad ilustre, y una de las mejores películas de este año.