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  • Foto del escritorAntonio José Guerrero Gómez

Lolita

Historia de una obsesión


En 1955, Vladimir Nabokov nos trajo Lolita. una novela que nos contaba hasta dónde puede llegar la obsesión de un profesor maduro por una chica de 12 años. Algunos años después (1962), Stanley Kubrick nos trae junto a su mano derecha (James B. Harris), una adaptación bastante fidedigna, aunque con alguna diferencia sensible en el guión.


Esta, es de los primeros trabajos del polémico director estadounidense en los que tuvo el control total de una producción. Aunque, para sorpresa, no tuvo que hacer muchas modificaciones, pues el guión que le entregó el propio Nabokov le gustó desde el principio. En este film podemos ver ya algunas pinceladas del sello tan característico que definiría a este talentoso y creativo cineasta.



Humbert (James Mason) es un profesor ya entrado en años que está buscando un lugar donde hospedarse. Además de su principal labor, está preparando una novela, y para ello decide alojarse durante un tiempo en Ramsdale, en el estado de New Hampshire. Su búsqueda le lleva a la casa de Charlotte Haze (Shelley Winters), la cual le ofrece alojamiento. A él la idea parece no hacerle mucha gracia, pero su pensamiento cambia radicalmente cuando ve a Lolita (Sue Lyon), la joven y atractiva hija de Charlotte que le hará a él perder la cabeza.


Con esta premisa, os imaginaréis toda la polémica que trajo consigo esta adaptación, podría decirse que fue similar a la que suscitó la publicación de la novela que procede. La idea de un profesor que se obsesionar por una joven preadolescente siempre es un motivo para cuanto menos sorprenderse. El propio Kubrick tuvo que omitir, que no quitar del todo las escenas en las que el personaje de Mason sentía un interés sexual en la nínfula.


Para empezar, es poco frecuente, sabiéndose ya en aquella época, y mucho más a posteriori lo quisquilloso que ha sido Stanley para dar el visto bueno de primeras a un guión que le ponían por delante; no fue el caso con este film, a él le encantó desde el primer momento la historia que le entregó el propio autor de la novela. Solo tenía un pequeño inconveniente, pues era un guión para una cinta de hasta nueve horas, lo cual resultaba imposible.



El trabajo de los actores en esta película es realmente notable. James Mason es un perfecto profesor Humbert, el cual queda embelesado por Lolita desde el principio; su buen trabajo tiene su mérito en que no es el típico obsesionado y descarado que se le ven desde fuera las intenciones desde el principio, sino que su personaje actúa con normalidad excepto en los momentos que está con Lolita, los cual él no puede disimular, pues el deseo que siente por ella es inmediato e inaguantable.


Qué decir de Sue Lyon, la cual es la Lolita perfecta. Hubo más postulantes para este papel, pero en cuanto Kubrick la vio, pensó que era idónea para este personaje. Desde el momento que aparece en pantalla, suena una melodía que precisamente compuso Bob Harris (hermano del productor) para este momento de la cinta. Qué decir que fue colocado en ese instante de manera impecable. Es justo en esa ocasión cuando Humbert se queda prendado de ella instantáneamente. Sue lo hizo muy bien, es una de las piezas claves de esta historia sin ninguna duda; la forma con la que seduce, y luego juega con él es realmente increíble.


Lo malo de esto, es que a Lyon esta interpretación tan icónica le dio tanta fama que nunca se consiguió quitar la estampa del personaje. No llegó a triunfar después de este film con el mismo éxito,



En el reparto, también tenemos al actor cómico Peter Sellers. Como Claire Quilty, se podría decir que es el "villano" de esta historia. El inglés nos da una interpretación buena, mostrándose de cara al público como un personaje que tiene muchas capas; en este film lo vemos por así decirlo interpretar a varios personajes, pero como nosotros sabemos, siempre es el mismo. Pienso que se podría haber adaptado a esta producción un poco mejor este extraño personaje, pues si bien es cierto que el actor no lo hace mal, pero sí que se le ven demasiado las intenciones, diría yo.


Por lo que he sabido, en la novela esto no ocurre así, sino que se modificó un poco la conducta de este individuo en la película. Pienso que es la única decisión mala en cuanto al guión, porque nosotros como espectadores, siempre sabemos las intenciones de él, y no creo que eso sea lo adecuado, porque pierde bastante el misterio que se trae Lolita con él y Humbert. Es una pena, pues desde el prólogo de la película, vemos esto; aunque esa escena no pienso que esté mal, porque nos da un aliciente, el error está en como desarrolló Kubrick a este personaje en el resto del film.


No nos podemos olvidar tampoco de Shelley Winters. En la piel de Charlotte Haze, la madre de Lolita y casera de Humbert nos da una interpretación bastante buena; nos es que sea un papel totalmente secundario, pero a medida que avanza el metraje si que pierde trascendencia, pues ella solo es realmente un peaje, una forma de que Humbert consiga a su hija. Su personaje es principalmente cómico, aunque tiene momentos que juega muy bien con el drama, pero es un personaje necesario para que todo el cocktail de esta cinta funcione como debe ser.


La fotografía es siempre un aspecto que ha brillado con notoriedad en la filmografía de Kubrick. Tenemos muchos momentos inmortalizados en nuestra mente gracias a él. He de decir que esta producción no es la más espectacular en esta faceta, pero si que merece la pena rescatar algún fotograma, como la primera aparición de Lolita, o cuando persigue Humbert a Quilty.


Para rodar y financiar esta película, Kubrick se desplazó a las afueras de Londres para filmarla. Esta, fue el primer trabajo que realizó en tierras británicas; es una de las señas de identidad de este director, pues a partir de este momento, hizo esto con más frecuencia. Esto lo hizo para sentirse más libre, con más independencia para realizar sus proyectos con total libertad creativa y sin las ataduras que le suponía Hollywood. Eso se puede notar también en Peter Sellers, actor que le gustaba mucho al director estadounidense y que escogería también para su próximo trabajo, "Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb" (¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú).



Puede que Lolita no sea la película más recordada en la filmografía tan emblemática que nos dejó este gran director, pero sí que fue la primera con la cual él se sintió de verdad dueño del proyecto. Nos cuenta la obsesión de Humbert, un profesor que siente una obcecación incontrolable por Lolita, una chica de 14 años. Además de estas dos magníficas interpretaciones, la cinta nos da también a un excéntrico cómico como Peter Sellers en el papel de Quilty, un villano que es clave en el desarrollo de la trama. Esta cinta no está entre las preferidas de servidor, pero me sirvió la primera vez que la vi para saber que Kubrick tiene varias capas, y eso es de valorar en cualquier cineasta.













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