Cuando Almodóvar empezaba a tener las ideas claras
En 1984, en los últimos años de la movida madrileña, el cine de Pedro Almodóvar se encontraba en plena expansión. Tras unas primeras cintas que iban muy enfocadas en ese movimiento, el director manchego nos trajo "¿Qué he hecho yo para merecer esto!" Una película que nos cuenta el día a día de Gloria, una ama de casa la cual sufre mucho para llegar a fin de mes, incluso para llegar al final del día diría yo.
Sin ser de las mejores cintas de la filmografía de este gran director, con este drama nos mostró una historia que conseguía relacionar hábilmente a distintos personajes bajo un mismo techo por así decirlo. La técnica aún tenía que depurarla, pero nos dio una idea de los grandes trabajos que podría llegar a traernos a posteriori y que con el paso de los años así ha sido.
En el momento que estaba viendo este film, estaba pensando que, aunque los personajes que nos mostraba Almodóvar en sus primeros trabajos eran muy estereotipados, debajo de esa imagen que nos muestran tienen capas. Precisamente, la principal protagonista, Gloria (Carmen Maura), es una mujer que lucha mucho por llevar a su familia para delante. La impresión que me ha dado, es que, en su interior, le gustaría hacer más cosas que le resultasen más interesantes, pero no se lo puede permitir, pues su situación económica es realmente muy mala y además no tiene tiempo para ello, por lo que se encuentra en un callejón sin salida.
Aunque no fuese la primera vez que trabajaba con este director, pues eso fue en “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, en esta ocasión, Maura nos da una interpretación muy creíble. Ella se siente durante la mayor parte del tiempo sin una válvula de escape a la que acudir y ese es un sentimiento que nos transmite la actriz con mucha veracidad. Carmen Maura fue de las primeras musas de Almodóvar; puede que con esta cinta no fuese aún una gran actriz, pero si que vemos pinceladas de la artista en la que se convertiría posteriormente.
La película también hace hincapié en la relación que tiene con sus hijos. Es una situación cuanto menos complicada, pues uno de ellos es un drogadicto que no tiene demasiadas aspiraciones con su vida, y el otro más pequeño es un chaval el cual tiene asumido que le gustan los hombres y al que no le importa que su madre le deje en adopción de un dentista al que se le ven las intenciones descaradamente desde un principio.
Precisamente, ese dentista nos es otros que el cantante y showman, Javier Gurruchaga. Hace un papel bastante gracioso, a decir verdad, dada la secuencia en la que aparece.
Aunque, la actitud de su marido, Antonio (Ángel de Andrés López), con ella es claramente uno de los detonantes por los cuales ella esté a punto de explotar, pues no es más que un machista al cual solo le interesa su bienestar. Hay que decir que no lo hace mal, aunque no sé si muchos lo reconocerán, pues fue más conocido en los años siguientes por el papel de Manolo en la serie española “Manos a la obra”.
No podía faltar la mítica Chus Lampreave, actriz que Pedro solía utilizar con mucha frecuencia. Personalmente, no soy admirador de la forma de actuar de esta mujer, pero reconozco que su gracia reside en el desparpajo con el que interpreta. En este largometraje, hace de la suegra de Gloria, una anciana que echa de menos el pueblo de donde salieron, también hay que decir que es muy tacaña y adicta al agua de Vichy.
Por si fuera poco, tiene de vecina a Cristal (Verónica Forqué) una prostituta la cual resulta ser su mejor amiga. Más allá de esto, ella tiene asumido lo que es; no pone ningún impedimento porque sus vecinos se enteren. Esta actitud, refleja un poco lo que se vivía aquellos años, pues después de la dictadura, la libertad de hacer lo que se quisiera y el libre albedrío individual era la norma.
Forqué lo hace bien, actúa con su naturalidad y gracia que tanto le caracterizaba a ella. Desgraciadamente, ya no podremos ver más a Verónica Forqué en la gran pantalla como todos sabemos, pues falleció el pasado 13 de diciembre de 2021.
Algo que hace muy bien Almodóvar en esta película es relacionar a todos y cada uno de los personajes; pues, aunque sean papeles menores, también tiene su importancia. Me refiero en este caso a otra vecina de Gloria, la cual maltrata a su hija. Es gracioso, porque, aunque sea una historia que nada tiene que ver, la chiquilla, pelirroja encima, me recordó a Carrie, el mítico personaje creado por Stephen King, pues resulta que tiene poderes mentales.
En las películas del director español todo tiene su importancia. No diría que posee una gran banda sonora, pero si que destaca el tema “La bien Pagá” de Miguel De Molina, canción muy conocida por darle sonido a la intro del programa “Cine de barrio” de TVE. Precisamente, vemos un cameo de Almodóvar actuando mientras canta esta canción. Estos cameos, eran habituales sobre todo en esta primera época del director manchego. También es curioso que durante esa misma escena, si nos fijamos en la esquina superior derecha de la imagen, podemos ver un cartel de la película "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón", film de este mismo director.
Han pasado los años y “¿Qué he hecho yo para merecer esto!” no está entre las más recordadas de este director, pero pienso que todo el que sea amante o al menos seguidor de su filmografía debe dedicarle un visionado. Sin ser de las mejores cintas de él, nos muestra un reflejo de aquellos años en los que el país parecía vivir ya en otra época muy alejada del franquismo y nos enseña el sufrimiento de una mujer, Gloria, a la cual le cuesta mucho salir adelante; junto a ella, nos muestra más personajes que son arquetípicos de aquellos tiempos, aunque todos muy bien relacionados, pues es esta una historia escrita y dirigida por Almodóvar y ya aquí empezaba a tener su sello, el cual se ha hecho tan inconfundible en la actualidad.