top of page
  • Foto del escritorAntonio José Guerrero Gómez

¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú

Cuando Kubrick enseñó al mundo la mejor forma de tratar la Guerra Fría


En los años 60, después de haber pasado por dos conflictos bélicos fatídicos, occidente, y especialmente, Rusia y Estados Unidos, estaban en medio de una "batalla" que pudo suponer un cambio increíble para el mundo entero, la comúnmente conocida Guerra Fría. Este, fue un suceso muy intenso que, entre otras formas, se llevó a cabo en reuniones y asambleas, las cuales estaban supuestamente formadas por las cabezas más importantes de algunas naciones. Kubrick, llevó todo este asunto de una forma que no se había pensado; en clave de comedia negra, Teléfono rojo nos muestra una visión del conflicto realmente inusual, algo que otros no se atrevían a mostrar de esta forma, y que solo el ingenioso director se atrevió a hacer.



Después de hacer Lolita, Kubrick quiso seguir dirigiendo y produciendo trabajos fuera de territorio estadounidense. La razón, pues quería tener el control creativo en sus trabajos, algo por otra parte totalmente entendible y respetable. En esta época, había una novela llamada "Red Alert" (Alerta Roja) qué hablaba sobre la Guerra Fría y concretamente, sobre la amenaza nuclear que acontecía en estos tiempos. Hubo varias discusiones, pero después de mediar, Columbia, que era la principal productora de esta cinta, pudo hacerse con los derechos de esta novela.


Lógicamente, el propio Kubrick iba a encargarse de supervisar el guión y de ser quien le pondría la firma; claro está, siempre sabiendo que se trataría de una película basada en una novela, aunque con algunas licencias creativas. Para esta producción, el director neoyorkino escogió a Peter Sellers, actor que le gustó mucho tras su actuación en Lolita. En esta película, la participación de este actor iba a ser muy importante, pero pienso que es más apremiante, mencionar a Sterling Hayden, quien años atrás (1956) se encargó de ser el protagonista de "The Killing" (Atraco Perfecto). En esta ocasión, el actor estadounidense, fue el encargado de ponerse en la piel del general Jack D. Ripper, quien encargará un ataque nuclear sobre la Unión Soviética. Una locura, pero algo que se podría esperar de alguien que se llama "Jack El Destripador".


Hayden interpreta al típico alto mando del ejército estadounidense. Lo hace muy bien, aunque sea un estereotipo, pero es el intérprete adecuado, pues a este actor se le daban muy bien este tipo de personajes.


No solo el nombre de este miembro de la cinta tiene su importancia, pues como veremos, ocurre también con otros personajes de la cinta. La cosa, es que el general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, es el único que posee el código de tres dígitos conocido como La clave para poder parar este ataque. En primera instancia, se encuentra con él, el Capitán Lionel Mandrake, a quien interpreta el británico Peter Sellers. Como dije antes, a Kubrick le gustó mucho este actor en su anterior pelicula, y en esta ocasión, quería que el actor británico hiciese de hasta cuatro personajes; no fue posible, pues Sellers tuvo un percance y eso le sirvió de excusa para librarse de tan ardua tarea.


En esta ocasión, el primer personaje al que le toca interpretar en este film es al del sensible y apocado Capitán Mandrake. Estamos ante un personaje hecho en la justa medida para Sellers; este tipo de individuos, le venían que ni pintado al actor británico. Él lo hace muy bien y además, es un personaje que va teniendo evolución. Al principio, es el típico oficial de oficina que hace todo lo que le mandan, pero luego consigue tener coraje y no deja que le pisoteen.


La participación de Sellers en el film es muy importante, pues llegó a hacer de hasta tres personajes. Personalmente, puede que la interpretación del presidente Muffley sea mi preferida. Su apellido, justamente hace referencia a los órganos genitales femeninos. Esto no es casualidad, pues lo muestran como un líder débil y sin firmeza. Parece que hasta se doblega ante el representante ruso, tanto en persona como hablando por teléfono. Es el personaje que tiene más minutos en pantalla del actor, pues, algunos de los diálogos más trascendentales para la resolución del film tienen lugar en la "Sala de Guerra", donde los líderes estadounidenses debaten qué hacer ante la catástrofe que se les puede venir encima.

También es muy importante en esta historia el personaje de Slims Pickens, quien iba a interpretar finalmente al Mayor T.J. Kong. Este, era el personaje al cual también quería Kubrick que interpretase Sellers; hay que decir que Pickens está muy bien. Él es el miembro del ejercito a quien el General Ripper ordena que active la orden conocido como el "Plan R". En esta ocasión, de nuevo tenemos a un estereotipo claro de miembro del ejército, el cual acata sin ningún reparo todas las decisiones que le mandan. De hecho, es así hasta el final, pues el sentido del honor lo lleva este personaje hasta el último momento en el que aparece en pantalla.


Ahora, debemos hablar del excéntrico personaje que resulta ser el Dr. Strangelove. Desde el principio, sabemos que tiene un nombre bastante extraño, pues el título en versión original de la película (Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb) nos muestra el significado del personaje, que no de la película. En este aspecto, prefiero el título en castellano, pues Teléfono rojo, hace referencia al artilugio tan importante y que ha sido referenciado en multitud de ocasiones en múltiples obras de ficción.


Aún así, este histriónico personaje, es la representación de hombre y máquina, como su propio nombre indica. Personalmente, me hubiese gustado que hubiese tenido más minutos en pantalla, pero, por otra parte, creo que tiene las apariciones que debe tener. Poco a poco, va ganando más importancia en la cinta. También hay que tener en cuenta, que al estar en el mismo escenario que su otro personaje (el presidente Muffley), pues tal vez no pudieron enfocar más al Dr. Strangelove.

Otro de los miembros de este film que pienso que hay que mencionar, es a George C. Scott, el cual interpreta al general "Buc" Turgidson, el cual representa a la masculinidad y a la impulsividad que se creía por aquellos años que tenían algunos que pertenecían al ejército estadounidense. Él, piensa que la fuerza es el único método viable, y esta es su forma de decir que así conseguirán la paz. Diría que es de los mejores secundarios de la cinta, aunque pienso que cada personaje, hasta los que salen poco, tienen su importancia, pues están muy bien escogidos.


Todo esto que estamos destacando, no sería nada sin un guión bien llevado como lo hizo Stanley en este film; no es que la película esté totalmente calcada de la novela original, pues, personajes como el Dr. Strangelove, no existen en el escrito en el cual está basado este guión. Esta forma de hacer las obras suyas, ya lo había hecho con Lolita con la cual tuvo buen resultado, aunque pienso que un poco mejorable, pero, tanto en esta ocasión, como hizo también en otras obras, empezó a descubrirse a si mismo un guionista bastante bueno. Es esta, una de las cualidades de este director que más le identifican, además de su fotografía, la cual está presente en muchas de sus cintas.


Esto, se puede trasladar a un simple cartel, en el cual pone la frase "La paz es nuestra profesión". Está justo en la zona donde está el cuartel en que está afincado el general Ripper. Es tan irónica la frase, que he ahí donde reside el humor de esta película. Hacer este film en clave de comedia negra no tuvo que ser fácil para Kubrick, pero hablamos de un director que ha demostrado dominar todo los palos que tocaba, y aquí no es una excepción, pues tendremos muchos diálogos llenos de este humor. Sin ellos, la película no sería la misma. Creo que es un factor que coloca a Teléfono rojo como una de las mejores cintas de este director. Su mensaje, crítico con los altos mando y antibelicista, es realmente fundamental para elevarla a esos altares.


Otro aspecto en el que siempre destaca este director es por su fotografía. Si bien esta cinta puede que no sea su trabajo más sofisticado en este aspecto, pero igualmente pienso que logró un buen resultado. Donde quiso enfocar su objetivo fue más bien en los personajes; gracias a esta faceta, podemos ver el énfasis que hace Kubrick con su cámara notándose este aspecto sobre todo en los primeros planos de los personajes, dándoles la relevancia que tiene cada uno en cada momento.


Un apartado que fue ganando peso en cada film de este director (al igual que en el cine) fue la banda sonora. En esta época, todavía no tenía a un compositor con el que trabajar de manera regular, como si lo hizo posteriormente con Wendy Carlos, pero si que utiliza piezas muy importantes en según qué momentos. Con esto, me refiero claramente a la marcha titulada when johnny comes marching home; se trata de una canción popular, la cual se hizo famosa durante la Guerra de Secesión de Estados Unidos. Kubrick la utiliza en las escenas en las que aparece el Mayor Kong con sus compañeros en el avión que transporta la bomba.


Es un tema musical importante, aunque más relevante y definitorio es si cabe el "We'll meet again" de Vera Lynn, canción que, precisamente se volvió muy famosa al acabar la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña y que aquí este director la utiliza magistralmente y de forma bastante irónica pues, como dice el título nos veremos de nuevo, pero es algo que, visto lo que sucede en esta película, no puede volver a ocurrir en esta historia. Todo está en sintonía, pues Kubrick pone de manifiesto lo inútil que pueden llegar a ser las conversaciones diplomáticas.


Teléfono rojo ¿Volamos hacia Moscú? es una pelicula que critica concretamente a los altos mandos de los líderes del mundo (Rusia y Estados Unidos, concretamente) y un film que en clave de comedia negra nos muestra lo inútiles que pueden llegar a ser las conversaciones diplomáticas, un hecho que lo podemos trasladas hasta nuestros días. Para ello, Kubrick trasladó a la gran pantalla un guión supervisado por él de la obra Red Alert, de Peter George. Al hacerlo, le dio su toque, y añadió personajes muy buenos, como el excéntrico Dr. Strangelove, interpretado por el aquí genial Peter Sellers, quien se pondría en la piel también del Presidente Muffley y del Capitan Mandrake. En la película, veremos situaciones muy irónicas, las cuales nos harán reir gracias a los geniales diálogos que tienen los personajes en pantalla. Un hecho, que no hubiese sucedido, si el General Jack Ripper (Sterling Hayden) no hubiese iniciado este desternillante ataque nuclear. Si le añadimos una canción tan bien colocada como el "We'll meet again" de Vera Lynn en su resolución, tenemos una de las mejores películas de Kubrick, con un mensaje muy potente, y uno de los film de este director que más ganan con el paso del tiempo.






















13 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Lightyear

bottom of page